dilluns, 31 de maig del 2010
Dennis Hopper muere a la edad de 74 años
Un cáncer de prostata se ha llevado a uno de los actores de Hollywood con más carisma de la industria. Hopper fue un visionario; dirigió, interpretó, escribió y vivió su vida al límite...
Participó en películas míticas de la historia del cine; con James Dean en Gigante y Rebelde sin Causa, Easy Rider que le llevó a la fama, con Coppola en Apocalypsis Now, con David Lynch en Blue Velvet, con Reeves y Bullock en Speed... 2 oscars en sus vitrinas, estrella de la fama en Hollywood Avenue...
Hopper fue bebedor, jugador, follador, drogadicto, padre y marido, hombre con inquietudes pero que nunca dejó que la industria de Hollywood le dijera como debía gestionar su carrera... un hombre como Nicholson, como Dean, como Shuterland.. una generación de actores que no se preocupaban por su imagen, ni publicistas ni representantes, nada de todo el circo que ahora envuelve a los actores, trabajadores del cine mas que actores; eran hombres. HOMBRES.
Por eso, desde aquí, quiero recordarlo. Quiero decir alto y claro; olé tus pelotas Dennis, sentir que la vida se escurre debe ser duro... pero luchaste hasta el final y eso está reservado a los grandes hombres. Te llevaré una rosa blanca a tu lápida del cementerio de Venice. I promise Dennis.
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dimecres, 19 de maig del 2010
Aspiraciones
Se acerca el verano y se agolpan en mi cabeza miles de planes por hacer. Lo cierto es que llevo dos veranos sin tener vacaciones; el pasado trabajé y el anterior también… trabajar cuando todo el mundo descansa y descansar cuando todo el mundo trabaja es interesante, incluso hace que te sientas algo diferente… pero al final del año laboral, llega el mes de agosto y en el fondo tienes ganas de vacaciones. Y así será este año.
Agosto: vuelvo a tomarte la palabra, vuelvo a tomarte el pulso, la cadencia, tus rayos de sol impolutos y claros, tus noches claras y frescas, las tardes en los chiringos de playa, la arena en los pies descalzos, la sal en el cuerpo…
En la agencia solo tenemos dos semanas en Agosto, la otra para navidad y la otra a trocitos… así que tampoco podré tomar la mochila y hacer 8 horas de vuelo. Podría pero no quiero. Sería irrespetuoso con mis principios. Así que inevitablemente será algo más ligero, veraniego, económico. Partiendo de sol y playa, uno de mis destinos habituales sería Menorca o Ibiza pero son tan comunes para mí que no serían completamente vacaciones. Extrapolo el concepto isla mediterránea y me aparece; Sicilia, Córcega y Cerdeña, Malta y las griegas. Probablemente Croacia tenga islas magníficas en la costa dálmata, pero la dejaremos fuera porque creo que podría merecer un tiempo más amplio y exclusivo. Descarto las griegas por la misma razón y Malta porque sé de buena fuente que “tampoco hay para tanto”. Ya sólo me queda Sicilia, Córcega y Cerdeña. Evidentemente me inclino por Sicilia. Su aire rural, su encanto mafioso, su cercanía, la necesidad de un largo y profundo descanso, una gastronomía aromática y copiosa, bellas y voluttuosas madonnas…
Pase lo que pase, al menos ya tengo un lugar en el que imaginarme los duros días de junio y julio en la oficina, cuando no hay trabajo, cuando los sueños son la única forma de poder dejar la mesa, el flurorescente y el mac, muy atrás.
Haga lo que haga al final, os lo contaré. Eso si que es algo seguro.
Albert
Agosto: vuelvo a tomarte la palabra, vuelvo a tomarte el pulso, la cadencia, tus rayos de sol impolutos y claros, tus noches claras y frescas, las tardes en los chiringos de playa, la arena en los pies descalzos, la sal en el cuerpo…
En la agencia solo tenemos dos semanas en Agosto, la otra para navidad y la otra a trocitos… así que tampoco podré tomar la mochila y hacer 8 horas de vuelo. Podría pero no quiero. Sería irrespetuoso con mis principios. Así que inevitablemente será algo más ligero, veraniego, económico. Partiendo de sol y playa, uno de mis destinos habituales sería Menorca o Ibiza pero son tan comunes para mí que no serían completamente vacaciones. Extrapolo el concepto isla mediterránea y me aparece; Sicilia, Córcega y Cerdeña, Malta y las griegas. Probablemente Croacia tenga islas magníficas en la costa dálmata, pero la dejaremos fuera porque creo que podría merecer un tiempo más amplio y exclusivo. Descarto las griegas por la misma razón y Malta porque sé de buena fuente que “tampoco hay para tanto”. Ya sólo me queda Sicilia, Córcega y Cerdeña. Evidentemente me inclino por Sicilia. Su aire rural, su encanto mafioso, su cercanía, la necesidad de un largo y profundo descanso, una gastronomía aromática y copiosa, bellas y voluttuosas madonnas…
Pase lo que pase, al menos ya tengo un lugar en el que imaginarme los duros días de junio y julio en la oficina, cuando no hay trabajo, cuando los sueños son la única forma de poder dejar la mesa, el flurorescente y el mac, muy atrás.
Haga lo que haga al final, os lo contaré. Eso si que es algo seguro.
Albert
dilluns, 17 de maig del 2010
UNA TARDE - Raymond Carver
Mientras escribe, sin mirar al mar,
siente que la punta de la pluma se estremece.
La marea está subiendo hasta el guijarral.
Pero no es eso. No,
se debe a que en ese momento ella ha decidido
entrar en la habitación sin nada de ropa.
Adormecida, sin saber muy bien
dónde está. Se aparta el pelo de la frente.
Se sienta en el tocador con los ojos cerrados,
la cabeza hacia abajo. Repantigada. La ve
a través del vano de la puerta. Puede
que ella esté recordando lo que ocurrió por la mañana.
Después, abre un ojo y le mira.
Y sonríe dulcemente.
Raymond Carver - Todos nosotros
siente que la punta de la pluma se estremece.
La marea está subiendo hasta el guijarral.
Pero no es eso. No,
se debe a que en ese momento ella ha decidido
entrar en la habitación sin nada de ropa.
Adormecida, sin saber muy bien
dónde está. Se aparta el pelo de la frente.
Se sienta en el tocador con los ojos cerrados,
la cabeza hacia abajo. Repantigada. La ve
a través del vano de la puerta. Puede
que ella esté recordando lo que ocurrió por la mañana.
Después, abre un ojo y le mira.
Y sonríe dulcemente.
Raymond Carver - Todos nosotros
diumenge, 16 de maig del 2010
EL POEMA QUE NO ESCRIBÍ - Raymond Carver
Aquí está el poema que iba a escribir
antes, pero que dejé
porque te levantabas.
Estaba pensando otra vez
en aquella primera mañana en Zurich.
Nos levantamos antes del amanecer.
Durante un instante no sabíamos dónde estábamos.
Salimos al balcón que daba
al río y a la parte vieja de la ciudad.
Allí estábamos, sin más, callados.
Desnudos. Viendo como se aclaraba el cielo.
Tan conmovidos y tan felices. Como si
nos hubieran colocado allí
justo en aquel momento.
Raymond Carver (Todos nosotros)
antes, pero que dejé
porque te levantabas.
Estaba pensando otra vez
en aquella primera mañana en Zurich.
Nos levantamos antes del amanecer.
Durante un instante no sabíamos dónde estábamos.
Salimos al balcón que daba
al río y a la parte vieja de la ciudad.
Allí estábamos, sin más, callados.
Desnudos. Viendo como se aclaraba el cielo.
Tan conmovidos y tan felices. Como si
nos hubieran colocado allí
justo en aquel momento.
Raymond Carver (Todos nosotros)
dijous, 13 de maig del 2010
PROTEGIENDO A LA NÚMERO UNO - Raymond Carver
Ahora que te has ido durante cinco días,
fumaré todos los cigarrillos que quiera y
donde quiera. Haré bollos y me los comeré
con mermelada y con tocino. Haré el vago. Seré
indulgente conmigo mismo. Pasearé por la playa sólo
si me apetece. Y me apetece, a solas y pensando en mis años jóvenes.
En las personas que entonces me amaron más allá de la razón.
Y en cómo yo las amé a ellas sobre todas las demás.
Excepto de una. ¡Estoy diciendo que haré todo
lo que quiera mientras estás fuera!
Pero hay una cosa que no haré.
No dormiré en nuestra cama sin ti.
No. No me apetece.
Dormiré ahí donde suelto una blasfemia si me apetece,
ahí donde duermo cuando estás fuera
y no puedo abrazarte como lo hago.
En el sofá roto de mi estudio
Raymond Carver (Todos nosotros)
fumaré todos los cigarrillos que quiera y
donde quiera. Haré bollos y me los comeré
con mermelada y con tocino. Haré el vago. Seré
indulgente conmigo mismo. Pasearé por la playa sólo
si me apetece. Y me apetece, a solas y pensando en mis años jóvenes.
En las personas que entonces me amaron más allá de la razón.
Y en cómo yo las amé a ellas sobre todas las demás.
Excepto de una. ¡Estoy diciendo que haré todo
lo que quiera mientras estás fuera!
Pero hay una cosa que no haré.
No dormiré en nuestra cama sin ti.
No. No me apetece.
Dormiré ahí donde suelto una blasfemia si me apetece,
ahí donde duermo cuando estás fuera
y no puedo abrazarte como lo hago.
En el sofá roto de mi estudio
Raymond Carver (Todos nosotros)
dilluns, 10 de maig del 2010
Una mañana de verano con Ray Carver [Concurso LV Epoemas]
El olor a café impregnaba la habitación.
Por la ventana mirábamos el repicar de las olas, intuíamos
verdades tras cada golpe de espuma sobre la roca, sentíamos
alivio por cada una de ellas que conseguía evitar su destino.
Nuestro silencio era nuestro velamen, el humo nuestros remos.
Ray desvió su mirada hacia la hoja en blanco. La pluma en alto.
De soslayo me miró como excusándose.
Me levanté y lo dejé escribir.
Albert Fabregat
Por la ventana mirábamos el repicar de las olas, intuíamos
verdades tras cada golpe de espuma sobre la roca, sentíamos
alivio por cada una de ellas que conseguía evitar su destino.
Nuestro silencio era nuestro velamen, el humo nuestros remos.
Ray desvió su mirada hacia la hoja en blanco. La pluma en alto.
De soslayo me miró como excusándose.
Me levanté y lo dejé escribir.
Albert Fabregat
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