Siento el rozar del viento mi ropa...
Siento la lágrima de la despedida en mi piel...
Caigo en la cuenta de la velocidad que llevo...
Siento como se torna difuso mi alrededor...
Navego desbocado río arriba,
Cabalgo frenético montaña abajo,
Como si supiera adónde voy,
Como si supiera lo que debo hacer cuando llegue...
Y no sé nada. O sólo una cosa.
No es el camino ni el destino.
No es la causa ni el objeto.
Es LA persona...
Por quién doblan las campanas de todo el mundo
A quién Calexico dedica sus temas más íntimos
Por quién suspiran los hombres más bellos
A ella.
Me despido... de cuerpo y mente... pero mi espíritu se quedará contigo...
Para siempre o para un tiempo.
Tú escogerás su destino...
Y el mío... esclavo tuyo.
la poesia set dóna molt rebé...
ResponEliminagracies laura.. pero jo nomes em deixo anar una miketa...
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